Llucmajor y la Arquitectura

Llucmajor posee un legado artístico y cultural digno de mostrar. Se conservan ejemplos de construcciones civiles y religiosas de distintas épocas, así como una serie de monumentos —casi todos de la Edad Contemporánea— que conmemoran nuestro pasado histórico (monumento a Jaime III), industrial (monumento a los Zapateros) y literario (S’Espigolera).

Parte de la historia de un pueblo la conforman sus casas y edificios, capaces de reflejar las vivencias de cada rincón, ya que su función social es diseñar espacios humanos y formar ciudades bellas. El estilo arquitectónico que observamos en los edificios es el resultado del seguimiento de ideales estéticos en la forma de construir, donde se combinan usos sociales y exigencias prácticas, identificándose así con una época y reflejando la cultura, los materiales y el uso de los avances tecnológicos del momento.
La arquitectura religiosa ocupa un lugar destacado en el patrimonio cultural de Llucmajor. Prueba de ello es su iglesia parroquial, una obra sobresaliente del siglo XVIII que refleja el florecimiento económico que se produjo en estas tierras en ese siglo. Cualquiera de estos templos merece ser visitado, pero tal vez los más representativos de la cultura local sean el santuario de Gràcia, la iglesia de San Buenaventura, la capilla de las Hermanas de la Caridad, la capilla de Sa Torre, entre otros.
De este modo, la diversidad de estilos arquitectónicos que encontramos en nuestra ciudad refleja 700 años de constante esfuerzo y dedicación.
 

Distribución urbanística original de Llucmajor: el cuadrado
1_363_1 La urbanización según un plano en forma de cuadrícula es muy antigua. Se cree que este tipo de distribución urbana tiene su origen en las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, que la transmitieron a griegos y romanos y, de estos, llegó hasta nosotros. Parece que el introductor fue Hipódamo de Mileto, motivo por el cual este tipo de plano en cuadrícula también recibe el nombre de plano hipodámico.

Muchas poblaciones sin murallas adoptaron este tipo de trazado, y Llucmajor no fue una excepción, optando por el llamado cuadrado. Este queda claramente delimitado por las calles Convent, Vall, Major y Jaume II, todas con una longitud aproximada de 400 metros.

Se cree que este trazado se diseñó sobre el núcleo primitivo de la villa de Llucmajor, que supuestamente comprendía las calles de Sant Miquel y la Font. Por ello, el trazado ortogonal inscrito dentro del cuadrado es algo irregular, ya que debía adaptarse a ese núcleo original, bastante irregular.

Este trazado ha condicionado en gran medida el crecimiento posterior del núcleo urbano, hasta el punto de que, si hoy observamos detenidamente un plano de Llucmajor, podemos distinguir hasta tres cuadrados concéntricos: el cuadrado antiguo, el cuadrado grande y, más recientemente, las rondas.