Torres defensivas

La gran superficie y, sobre todo, la longitud de la costa llucmajorera hicieron imprescindible levantar a lo largo de la costa construcciones de tipo defensivo y de alerta. Estas torres fueron edificadas principalmente en el siglo XVI, cuando Mallorca estaba bajo el peligro de las constantes incursiones de los musulmanes. Se avisaba e indicaba con señales de fuego durante la noche y de humo durante el día, cuando los vigías o torreros avistaban barcos enemigos. Asimismo, muchas posesiones de Sa Marina se fortificaron y se levantaron otras torres adosadas a las casas.

Torre de s'Estalella

Torre de defensa construida por el maestro de obras Simó Carrió en 1577, situada en el lugar llamado Serral des Corral, a 6 m sobre el nivel del mar. Se edificó con sillares de marés de piezas de tamaño irregular. Inicialmente, tenía una cámara principal con bóveda de mampostería y azotea. En el parapeto había dos troneras y un matacán sobre la puerta y un espacio para armas. Posteriormente, se cerraron las troneras y se modificó el parapeto, que fue provisto de una pequeña plataforma circular en voladizo sobre ménsulas para proteger a los tiradores. La torre es cilíndrica en la mitad superior y cónica en la inferior. Su altura es de 9,2 m, con un diámetro de 7,64 m en la base y de 6,65 m en la azotea. Fue restaurada por el Ayuntamiento de Llucmajor en 1984.
 

Torre del Cap Blanc

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Situada al borde de los acantilados, fue edificada en 1579 por Antoni Genovard, cantero de Sineu, el mismo que construyó la torre del Cap Enderrocat. Ambas no fueron finalizadas hasta 1584. Como todas las de este tipo, se levanta sin cimientos sobre un grueso y macizo tronco de cono. La parte superior es cilíndrica. Tiene en total 10 m de altura y 4,13 m de diámetro en la azotea. A la puerta se accedía mediante una escalera de cuerda, ahora de hierro.
 

 

 

 

 

 

 

Torre del Cap Enderrocat

1_624_1  Construida el mismo año y por el mismo maestro de obras que la del Cap Blanc, y por tanto muy similar a esta. Tampoco fue finalizada hasta 1584. Estaba adosada al acantilado. Medía unos 10 m de altura, 4 m de diámetro en la azotea y 6,10 m en la base. Parece ser que esta torre fue volada cuando se construyó la moderna fortificación.

 

 

 

Torre de Cala Pi

1_623_1  Esta cala, por estar entre acantilados, era de difícil desembarco y accesible solo con una escalera de cuerda. Por eso la torre de Cala Pi sería la última en construirse en la marina de Llucmajor. El maestro de obras fue Joan Pons, y las obras concluyeron en 1663. Está situada estratégicamente justo sobre el cabo de la península de Cala Pi, a unos 19,5 m sobre el nivel del mar. La torre es cilíndrica en la mitad superior y troncocónica en la inferior. Su altura es de 10,20 m, pero carece de parapeto. Tiene un diámetro en la terraza de 8 m y de 9,95 m en la base. La construcción es de piedras unidas con argamasa. Todo el primer cuerpo del edificio es compacto y la cámara se encuentra en el piso, accediendo a la puerta mediante una escalera de cuerda. La puerta es un bello arco de marés de medio punto —muy poco frecuente en las torres marítimas—. La terraza es circular, con un diámetro de 8 m. Falta el parapeto, que, por los restos, no tendría más de 0,60 m de grosor y aproximadamente unos 2 m de altura. Hacia 1970, la torre fue restaurada por sus propietarios de acuerdo con el proyecto redactado en 1967 por el arquitecto Antoni Alomar.